La ceremonia

Tras un rato, siguieron por el tunel de luz por el que se guiaban y llegaron a un bosque, un bosque muerto y pútrido. En el que vieron al líder que controlaba a los acólitos y al inquisidor, todos apuntaron sigilosamente y, segundos despues de que dispararan, cayó al suelo, inerte, junto con el resto de acólitos y el inquisidor.

Handon registró los cadáveres

Entonces, handon se acerca con cuidado y registra los cadáveres, handon obtiene:

once dagas de hierro obstruidas
1 amuleto extraño
dos espadas de hierro cortas

Handon coje el amuleto y las dos espadas, levantándose le pregunta a un Elfo:

- ¿Estas espadas son mejores que las que tengo?

-Te recomiendo quedarte con las que tienes, esas solo valdrían para cortar aire.- Dice el elfo, y enseguida ve el llamativo amuleto-¿Donde lo has conseguido?- Le pregunta a Handon

Handon se lo muestra y le comenta:

- Estaba en el cuerpo de uno de los cadáveres, ¿tiene algún significado para tí?

-Ni idea, pero para algo será. Dáselo a Elther- Dijo señalando al líder de los altos elfos

Handon se acerca a Elther, que está dando instrucciones a sus soldados. Cuando termina, Handon se le acerca y ledice:

- Señor, encontré esto en el cuerpo de un acólito.- le dice, enseñándole el amuleto.- Me han dicho que tal vez supierais que hacer con él.También me gustaría saber los planes que tenéis para conmigo.

Elther le constesta:

-No se lo que es, pero creo que sí quien lo puede saber.-Dice Elther,cogiendo el amuleto.

- Ahora vuelvo a la villa, buscadme allí si me necesitáis.- dijo Handon a Elther, después se volvió a la tropa.- ¡Namarië, hermanos!

-¡Espera!- Le dijo uno de los elfos. - No te recomiendo volver.

-Rompamos el portal unidireccional para poder pasar.- Dijo otro

Los elfos lanzaron un hechizo contra un grupo de árboles y una espiral azul surgió entre ellos. Los elfos volvieron a lanzar el hechizo y la espiral se convirtió en un paisaje, en el que se divisaban borrosos los edificios de el casco viejo de Amsfor.

Handon dio las gracias a los Elfos y se dirigió al paisaje. Cuando los edificios del casco viejo ya empezaban a verse nítidamente, Handon dirigió la mirada hacia atrás, los primeros Elfos que veía desde que se fue de los bosques de su infancia en su búsqueda personal. Sacudiendo la cabeza ante sus recuerdos, se dirigió a la torre de Amsfor.

Al llegar a la torre los soldados le dejaron pasar sin pedir explicaciones, por lo que llegó rápidamente al despacho del Capitán de la guardia. Entró y pidió disculpas por desaparecer en periodo de servicio.