El Ogro gris

Un mensajero, cubierto con una cota de malla y en un caballo negro con manchas marrones, se dirigió hacia Handon y le dijo:

-Reuníos en esta localización-Dijo señalando en su mapa- El paladín de amsfor os espera!

Handon, deseoso de mostrar al Paladín de Amsfor su agradecimiento, se dirigió sin démora a la indicación. Al llegar, el Paladín apareció de un borde del camnio y le saludó.

- Mi señor, recibí vuestro mensaje.- dijo Handon con una inclinación de cabeza.- ¿Qué sucede?

-Tenemos un pequeño...gran problema.( )Hay un ogro gris salvaje suelto en las cuevas subterráneas, y ya ha matado a tres elfos totalmente petrechados. Ellos tambien deben favores a la iglesia. Cuando acabe con vosotros solo estará calentando, así que manteneos al margen con hechizos a distancia. Vamos!- Dice el paladín.

Kaldrias:
Nivel: 25
Salud: 96/145
Maná: 145
Daño estandar: 28
Defensa estandar: 27

Handon:
Nivel: 1
Salud: 50/50
Daño estándar a distancia: 2
Defensa estandar: 4

Humano:
Nivel: 2
Salud: 50/50
Daño estandar a distancia: 1
Defensa estandar: 0

Humano:
Nivel: 3
Salud: 50/50
Daño estandar a distancia: 2
Defensa estandar: 1

Ogro salvaje gris:
Nivel: 20
Salud: 0/100
Daño estandar cuerpo a cuerpo: 15
Daño estandar a distancia: 5
Defensa estandar: 10

Con un último golpe, Kaldrias derriba al ogro y acaba con el. Cuando se disponían a marcharse, una nube negra envuelve el cadaver del ogro y se levanta. Esta nube, tras devolver la vida al ogro, se lanza contra Kaldrias y, cuando este logra expulsarla, está malherido.

Kaldrias:
Vida: 45/150
Maná: 0
Daño estandar: 28
Defensa estandar: 27

Handon:
Nivel: 1
Salud: 50/50
Daño estándar a distancia: 2
Defensa estandar: 4

Humano:
Nivel: 2
Salud: 50/50
Daño estandar a distancia: 1
Defensa estandar: 0

Humano:
Nivel: 3
Salud: 50/50
Daño estandar a distancia: 2
Defensa estandar: 1

Ogro salvaje negro:
Nivel: 20
Salud: 130/130
Daño estandar cuerpo a cuerpo: 20
Daño estandar a distancia: 5
Defensa estandar: 15

Al ver caer a Kaldrias bajo los golpes de la criatura, Handon experimentó dos sensaciones distintas. La primera, un gran terror ante el ogro, que había acabado con el mejor guerrero de los alrededores. La segunda, una furia al ver al Paladín caido, intentando asir el gigantesco martillo y plantar cara al monstruo para dar con sus huesos en tierra una y otra vez.
Los dos hombres que lo acampañaban huyeron, pues solo la voluntad del Paladín los mantenía en el campo de batalla. Al verse solo, las emociones lucharon mientras Handon miraba angustiado a la bestia. Finalmente, Handon tensó su arco una vez más y disparó.

La flecha rebotó en la piel gris del ogro, que solo la sintió con una molestia pasajera y se volvio hacia Handon dispuesto a machacarlo. Handon dudó ante la bestia un segundo, pero al final el instinto conservador prevaleció y huyó hacia la superficie pensando:

"Volveré"

Tras salir a la superficie, encuentra los cadáveres de sus compañeros con varios cortes y enseguida observa que unos asesinos les han tendido una trampa y asesinado.

Al ver al grupo de asesinos, Handon idea una estratagema para separarlos: Se sube a un árbol e imita la llamada de los proscritos, aprendida en sus dias de delincuente. Rápidamente, va hacia otro árbol y contesta a la llamada. Parece que un grupo de bandidos acecha a los embozados.

Al parecer, eran 3 asesinos los que mataron a sus compañeros. Uno de ellos dice:

-Valling, avisa al jefe, nosotros nos ocupamos de los indeseados-

-Si Vallin-

Entonces, Valling se marcha y deja un hueco a un lado.

Handon ve como uno de los asesinos se va mientras los otros permanecen alertas. Ve que el hueco dejado por ese hombre no lo cubre nadie y, rápidamente se dirige hacia él y persigue a humano, que camina sin prestar atención a nada

Cuando el asesino que iva en dirección a su jefe, se da cuenta de que hay alguien siguiéndole, una hoja se hunde en su cuerpo y lo mata, pues ha sido un certero golpe en el corazón.

Con el pulso acelerado, Handon registra el cadaver y se pone sus ropas.

Handon encuentra aparte:
Hacha de piedra pulida
Nota con instrucciones
50 monedas

Handon, recoje el hacha y el oro, abre la nota y la lee.


Valling, he seguido tus contratos muy de cerca y aunque no te conozco en persona te enconmiedo este, que es de suma importancia.
Dirigete junto con tus compañeros hacia la entrada de las cuevas subterráneas.Cuando el Paladín entre, dejadle pasar con sus acompañantes, cualquiera que salga debe morir. Este contrato es de suma importancia y debe cumplirse aun a costa de unas cuantas muertes de nuestros hermanos de gremio. Si se presentan complicaciones ve doscientos pasos al norte y llamanos con el grito de los proscritos. Solo entonces entra en el claro.
Ocheeva

Al leer la carta, una idea le vino a la mente. Se dirigió al claro y doy la señal. Al penetrar en el claro vio a Ocheeva, un escurridizo humano y a dos asesinos flanqueandole. Le habló con estas palabras:

- Señor, mis hermanos han sido asesinados por tres encapuchados, solo yo he escapado de sus rapidas dagas. Necesito vuestra ayuda para destruirlos y acabar mi contrato. Os lo ruego, ponedme al mando de algunos hombres y los mataremos sin que hayan podido gritar. Despues nos adentraremos en las cuevas para matar al Paladín. ¿Qué decís?

-Tomad los guerreros, he id a por el, quiero a ese paladín muerto. Si lo conseguís todos ganaremos una gran cantidad de armamento y dinero.- Dice ocheeva

Guiando a los guerreros, Handon se apresura a la entrada de la cueva donde aún están los encapuchados. Con susurros rápidos Handon da la orden de lanzar una descarga de flechas sobre ellos. Los guerreros obedecen y, todos a una, disparan las mortíferas flechas.

Los dos asesinos de Ocheeva caen al suelo por fuego amigo, entonces...(y sigues tu handon)

Handon se adentra en la cueva, en pos del fétido olor del ogro. Cuando lo encuentran, Handon ordena a los guerreros que luchen hasta el último aliento mientras él se encarga del Paladín. El ogro vuelve a luchar por segunda vez ese día.

En medio de la refriega, Handon llega hasta el Paladín y comprueba si aún respira.

Con un tanto de cuidado, Handon se acerca al cadaver del paladín, del que, entre su ornamentada armadura, sale un reguillo de sangre claramente mortal, dado que se encuentra cerca de el corazón, un tanto curvado para el lado contrario. Kaldrias, haciendo un último esfuerzo, da su sello, un puñado de oro y algo envuelto en terciopelo morado a Handon, y, con su último aliento, dice:

-Ams...Ni...The...r...-

Handon recoge lo que el Paladín le ofrece, y con paciencia, asiste a la última expiración del hombre. Se levanta y, tras echar un vistazo a la lucha contra el ogro, sale a la superficie. Desde la entrada de la cueva, se dirige a paso lento hacia las murallas de la ciudad, y solo entonces examina lo que el Paladín había envuelto en un paño de exquisita factura.

Tras abrir el paño, encuentra una exquisita y curvada daga negra con unos toques rojos profundos en los bordes, y una nota, que,tras abrirla, lee lo poco que no está manchado de sangre:

Sir Kaldrias P......de Am.for, ha ......... tu hora................mor resurgirá de la is.......la.......ón de los ca...s será inminente, prep...te para la destruicción de todo vuestro rei..